El tema de las tareas escolares después de la escuela, o simplemente “los deberes” poco a poco se va instalando como uno de los aspectos más controvertidos de nuestro sistema educativo, a pesar de que raramente se plantea de forma explícita en los foros en los que se debate sobre la educación madrileña. Sin embargo, durante 2017, el Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, ha desarrollado unos debates en relación a las tareas del alumnado fuera del horario lectivo escolar. Dichos debates, se estructuraron en seis Ámbitos y han dado lugar a la publicación del libro: “Las tareas escolares después de la escuela”, presentado el pasado diciembre.
En el CRIF “Las Acacias” nos ha parecido que debemos hacernos eco de este debate y de la publicación del informe con una actividad abierta a toda la comunidad educativa. Se trata de una TERTULIA abierta a madres, padres, profesorado, directivos de centros escolares y alumnado.
Contaremos en esa tertulia con la presencia de personas que han participado en los debates organizados por el Consejo Escolar y que han colaborado en la publicación:
- Vicente Álvarez asesor técnico del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, implicado en la coordinación del informe.
- Miguel Martínez, maestro, traductor del libro “El mito de los deberes” (Ed. Kaleida) y responsable del capítulo “Debatamos sobre los deberes a partir de la experiencia”.
- Naira Martín y Raquel Barbero, alumnas del “Consejo de Sabios” del IES Diego Velázquez, de Torrelodones que nos contarán las conclusiones a las que han llegado en relación a los deberes tras un exhaustivo trabajo de investigación y reflexión a partir de sus propias vivencias y las de sus compañeros/as.
- Alicia de Andrés y M.ª Jesús Sanz, anterior y actual Jefe de Estudios del CEIP Ángel González, de Leganés, que nos contarán cómo es posible llegar a acuerdos básicos sobre los deberes en un centro educativo, experiencia que también se recoge en el libro.
- Además contaremos con la presencia de Eva Bailén, una madre que hace tres años lanzó una petición en la plataforma Change, “Por la racionalización de los deberes en el sistema educativo español” , y que ya ha conseguido reunir más de 230.000 firmas.
Os invitamos a asistir a esta tertulia, que se llevará a cabo en la Galería de la 2ª planta del CRIF “Las Acacias”, el lunes 26 de febrero, de 17.30 a 19.30 horas. Para poder organizarnos, os pedimos por favor que os registréis a través de este formulario: (Plazas limitadas hasta completar aforo)
Hola: Hay alumn@s que necesitan más tiempo para asimilar contenidos. Por lo tanto, el tema que deberíais plantearos es la supresión de los exámenes de septiembre.
ESE DEBATE SI QUE ME INTERESA. Un saludo
Los deberes se deben hacer en cada clase por los alumnos en la pizarra, así el profes verá si han entendido lo explicado o no.
Los deberes deben de estar acorde con la idiosincrasia del alumno pero deben de inculcarles: espíritu de superación en el esfuerzo diario. Si ponemos muchos se estresan los alumnos, si demasiado pocos se relajan. Deben de ir directamente a incentivar el esfuerzo sin exageraciones.
Totalmente de acuerdo con Juan Pardos Escuder.
También deben de tener en cuenta los ritmos de los alumnos con Necesidades Educativas Especiales, integrándolos en el aula, y que aprendan lo mismo que los demás a un ritmo diferente.
Es decir, que si a todos les manda para mañana 6 cuentas, al alumno con Nees le mande 3 cuentas y las otras 3, pues a su ritmo y si surge, según el acúmulo de tareas que tenga del resto de asignaturas porque muchas veces los profesores no se coordinan cuántas tareas ni exámenes tienen sus alumnos.
Y si alguien me puede confirmar lo que he oído que al que le aplican un ACI (adaptación curricular) al final “su ESO” no tiene validez académica, con lo que no aporta estudios ni para el trabajo más básico. Tengo un poco de lío con ACI, API… Help!, ¡que sólo soy madre, no profesora!.
Me gustaria mucho ir y conocerte en persona Eva pero como es en Madrid me es imposible, mucha suerte y lo conseguiremos poco a poco k no haya tantos deberes, un abrazo.
Las academias de inglés suponen 2 a 3 horas semanales de trabajo extra que es evitable si en la Unión Europea se impone como segunda lengua el idioma esperanto (regular, planificado, más fácil, menos discriminatorio) que además ahorraría miles de millones (más de 25000 anualmente según el reporte Grin). Además de trabajo extra artificial, el inglés supone una extorsión de gasto de dinero a las familias bajo la posibilidad de que los hijos se queden en paro o en trabajos peores por discriminación lingüística, nacionalidad y renta.
Primero, No agobiemos a los niños con deberes excesivos; si acaso, un repasito. Segundo: No tienen por qué transportar esas cargas de libros y material escolar, que les destroza la espalda. Su lugar de trabajo es el colegio y ténganlo en cuenta en ambos casos. Un saludo
No categóricamente no a los debers
Yo quiero asistir, aunque de poco se van a beneficiar ya mis hijos pues están en 4ESo y Bachiller, después de que llevan más de 8 años axfisiados de deberes y tareas, con la infancia perdida y una familia empleada únicamente a dicha actividad.
Pero iré por lo que pueda significar de futuro para otros niños.
Los deberes son parte de la materia que no se puede dar en clase, por falta de los formadores a impartir todo el temario en la jornada escolar.
Habría también que plantearse el temario que tienen que dar los profesores en el año escolar, para que los niños puedan adquirir sólidamente los conocimientos y variar la forma en base a proyectos que pueden ayudar a asimilar conocimientos.
El pretender solucionar las carencias del sistema educativo con deberes que trasladan el trabajo de los docentes a las familias, no es más que un síntoma del estrepitoso fracaso del mismo base para todo tipo de desigualdades. Vivo en Granada así que no podré asistir al debate, aunque me encantaría y creo que deberíamos extender el mismo por toda la geografía, además es un problema que no es de Madrid, es de la ineficacia del sistema educativo español, que después de exigir esfuerzos sobrehumanos es de los menos eficaces y vamos a peor, cada vez más recortes y uso de la educación como instrumento político.
Estoy de acuerdo con la racionalización de los deberes incluso con la desaparación de los mismos.
Creo que hay un problema de fondo más importante que me gustaría comentar en el debate que es la derogación o reforma de la LOMCE, de la que tanto se ha hablado y a día de hoy no se ha avanzado.
Saludos
Pues yo opino , que los niños/as tienen ,que hacer al menos 1 H. de repaso de lo que se haya hecho en clase en el día y al día siguiente repasarlo todos juntos y ver los fallos y no fallos de cada uno de ellos , para que lo aprendan mejor .
Y SI optan por que no hagan deberes , al menos ,que lean todos los días antes de dormir una media hora ó una hora, pues tantas actividades tampoco es bueno.
También tienen ,que tener tiempo de jugar , que son niños ….
Si hay Centros escolares que no ponen deberes ni obligan a los niños a cargar con libros, porque los dejan en el Colegio, y su formación es óptima ¿por que no se extiende esa medida a todos? Es duro que tengan que ir cargados de tanto ya desde pequeños.
Me parece bien que no se pongan tantos deberes pero sobretodo, que sea una medida consensuada entre los profes de un mismo curso, es decir, que en todas las clases de un mismo curso se pongan más o menos lo mismo.
En cuanto a la idea de quitarlos directamente creo que esto debería llegar de la mano de un incremento de las medidas de refuerzo y apoyo para los alumnos que tengan más dificultades y de un menor tiempo de clases para que haya un momento cada día de repaso de los contenidos trabajados. Esto último para los alumnos de Primaria más mayores. (De la ESO no opino)
Y ya de paso, si bajan la ratio de cada profe, fomentan su buena formación y que los Equipos Directivos conozcan y apoyen nuevas metodologías más participativas e investigadoras, ya me daría con un canto en los dientes.
Perdón, he olvidado un último comentario: creo que los deberes en cursos de Primaria con más edad y en la ESO no están de más para reforzar lo visto en clase y como medio de estudio del temario. No estaría, por tanto, de acuerdo en suprimirlos en estos cursos.
Los deberes, en tanto que tareas y contenidos escolares son adecuados en el colegio. El problema es cuando extendemos y ampliamos “lo escolar” invadiendo necesariamente otros espacios que también son vitales y que hay que proteger. El tiempo en casa de cada niño es fundamental para que descubra qué otras cosas hacer para divertirse, para jugar, para estar en familia, para lo que quiera. Si invadimos el espacio de nuestros hijos e hijas con deberes desde la escuela (o con actividades extraescolares impuestas por los padres y madres), les estaremos robando la posibilidad de encontrar las actividades, hobbys, etc. que les llevan a aprender desde el placer, y no desde la obligación.
DEBERES ESCOLARES Y ESCUELA PÚBLICA
Bienvenidos al “centro de la tierra” y cambiemos el rumbo.
Ante todo gracias a los que a cara descubierta, mostráis vuestras aportaciones a este debate.
De acuerdo que este tema tiene muchas ramificaciones, pero no quisiera teorizar sobre este, sino acercarme con una visión más práctica; para mi la referencia no son como trabajan los “otros” sino como trabajamos nosotros en la Escuela Pública y eso me tiene muy preocupado, la fractura social comentada en otros debates ya lleva padeciéndola más de 10 años la Comunidad de Madrid, sin ser corregida y seguimos aceptando estrategias para “apartar el grano de la paja”, como es el caso entre otras de los deberes escolares.
En la Escuela Primaria Pública de mi entorno, lo que impera es la cultura del sobreesfuerzo (tareas indiscriminadas, blogs novedosos de evaluación e información para padres “modernos”, WhatsApp que “echan humo” todas las tardes con obligaciones escolares, profesores tutores, particulares, etc.) que abarrotan academias y vacían los parques de niños, esta es mi realidad.
Creo que la opinión de todos es respetable y coincido con muchas de las aportadas que se podrían resumir en dos: la racionalidad y la proporcionalidad de las tareas escolares según edades y contextos, pero no es suficiente para hacer un buen diagnóstico del tema.
Los deberes escolares son la punta del Iceberg de cómo funciona nuestro sistema educativo, pues revela nuestras vergüenzas, entre otras:
La falta de liderazgo y organización de los equipos directivos que no incluyen en sus proyectos educativos la forma de tratar este tema y su orientación educativa.
La falta de sensibilidad del profesorado hacia los alumnos, sus edades, sus circunstancias, su maduración, sus capacidades, sus ritmos…
La falta de criterios pedagógicos.
La falta de coordinación entre profesores, departamentos,…
La falta de método de trabajo, en su mayoría marcado por los libros de texto.
La falta de adaptación del profesorado a los horarios, tiempos de dedicación, exigencias, programas,…
La falta de coherencia entre lo trabajado en el aula y lo exigido fuera de ella.
La falta de atención a la diversidad del alumnado y la posible selección de tareas según perfiles (ampliación, refuerzo,…)
La falta de empatía hacia el alumnado y sus entornos familiares.
La falta de cultura colectiva, de sentido común, de escrúpulos, etc.
Por todo ello, la Escuela Pública debe dejar de ser “testigo mudo” sobre el mal uso y abuso de las tareas escolares: más que como un elemento compensador de las carencias, lo que realmente genera es un desequilibrio en la igualdad de oportunidades, perjudicando gravemente el futuro de nuevas generaciones.
La Escuela Pública debe dejar de ser cómplice por la falta de criterios y rigor pedagógico en la asignación de estas tareas fuera del ámbito escolar, suponiendo una explotación infantil en el “primer mundo” en nombre de la calidad de la enseñanza, ampliando las jornadas escolares de forma extenuantes, sin coherencia y sin control; y lo que es peor, dejando desprotegidos a la población más vulnerable provocando una situación contraria a la cohesión familia-escuela de la que siempre ha abanderado la Escuela Pública.
La Escuela Pública debe dejar de ser complaciente con la actitud desleal de compañeros, que constatan como “notarios” el trabajo realizado fuera de la escuela por las familias y negocios privados paralelos a esta (tutores, academias, profesores particulares, etc…).
En definitiva, queremos ser una Escuela Pública que no atienda, exclusivamente, los dictados de excelencia, copiando modelos educativos tradicionalmente unidos a un tipo de enseñanza, en la que prima la competencia y la rentabilidad de los resultados académicos, por encima de la formación de las personas.